26 Feb
26Feb

“DAVE, PRESIDENTE POR UN DIA”, es una película de 1993 protagonizada por Kevin Line y Sigourney Weaver.

 Kline encarna el personaje de Dave Kovic,  una ciudadano común que  tiene un parecido físico inigualable con el presidente de Estados Unidos de nombre Bill Mitchell. Este último sufre un ACV (mientras mantiene una relación extra marital) y en consecuencia queda inhabilitado – en coma – para ejercer el cargo.

Lo mantienen con vida en una sala médica secreta en los sótanos de la casa blanca. Alguien del círculo cerrado del presidente, descubre por casualidad a Dave Kovic y su gran parecido con Mitchell y deciden convocarlo para reemplazar al presidente por unos días, confiados en que el mismo se repondrá de su accidente en poco tiempo. 

Sin embargo esto no sucede y así el simple Kovic, a quien creían que iban a poder manipular fácilmente, comienza a tener actitudes que reflejan su calidad de ciudadano común, logrando exasperar a los que lo rodean, a la par que va ganando popularidad entre el público.

 La trama empieza a cerrar – mientras su esposa, que no está al tanto de la situación real de su marido, encarnada por Weaver – empieza a sospechar. Vale aclarar que el matrimonio original ya estaba separado de hecho y cada uno vivía en un ala diferente de la casa blanca. 

La primera dama, encara acciones de bien público apoyando fundaciones, escuelas y hogares para niños. Mientras tanto, el staff del presidente decide encarar recortes en el gasto público, que incluyen el dejar de apoyar económicamente a los refugios para niños huérfanos, cuya promoción había encarado la primera dama.

 Asi es que el “simple” Kovic se encuentra de golpe con que van a cerrar muchos de esos refugios, incluido uno al que él mismo había asistido en modo campaña. 

El se resiste entonces a que esto suceda, mientras que el staff lo presiona diciéndole que no hay recursos y que deben cortarse gastos innecesarios y lo desafían a que encuentre la forma de financiar los refugios y escuelas. 

Esto desvela a Kovic, quien una tarde decide llamar a su mejor amigo que es contador, y juntos se encierran en el salón oval a revisar todo el presupuesto. 

Está demás decir, que a medida que revisan las líneas de gasto del presupuesto, el espectador se sorprende con la cantidad de gastos “inútiles” que fueron aceptados y votados en el congreso. 

Asi es que deciden convocar a reunión de gabinete y el mismo Kovic – quién había sido puesto en el cargo simuladamente – empieza a tomar decisiones de manera autónoma y a suprimir gastos contrastando la importancia de unos sobre otros y ante la atónita mirada de los ministros y secretarios involucrados en cada uno de esos gastos (que a todas luces surgen a ojos del espectador – el ciudadano común – como absolutamente ridículos e innecesarios) y claramente huelen a corrupción.

 Finalmente logra conseguir los fondos para mantener abiertos todos los refugios y escuelas, ganándose así el favor de la gente, de algunos miembros “honestos” de su gabinete y, por su puesto de la esposa del presidente real, con quien obviamente termina iniciando una relación.

 Luego de decidir renunciar – informarán la muerte del presidente – deja en su lugar a uno de aquellos funcionarios honestos a cargo de la presidencia. 

Kovic, vuelve a su vida normal, ahora acompañado por la “viuda” de Mitchell. 

Final Feliz.

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Hace unos años, allá por fines de 2014, fui convocado para realizar una tarea junto con otras siete personas por un aspirante a lograr la intendencia de un municipio de la zona norte del Gran Buenos Aires, del que soy vecino. Allí donde se emplazan gran cantidad de Countries y barrios cerrados.

 Hasta aquel momento, el proyecto de presupuesto les era presentado a los Concejales apenas 2 o 3 días antes de ser votado y en formato material, es decir, en papel. Eran grandes biblioratos que, en teoría, eran revisados por los ediles o sus equipos, y en apenas dos días había que hacerle las correcciones o enmiendas que surgieran como sugerencias. 

Este aspirante a intendente, había hecho preparar una planilla para cada secretaría del municipio y entre los ocho convocados nos las repartiríamos para hacer un análisis minucioso y anotar las incongruencias, sugerencias y errores que pudieran surgir. 

A mi me tocó la secretaría de salud, que presupuestariamente era la que involucraba a casi la mitad de los empleados municipales (aproximadamente 5000 en total para aquella época), es decir algo más de 2500, que vaya a saber uno si realmente existían dado que el municipio no aparentaba contar con la infraestructura para sostener dicho número de empleados en salud. 

Obviamente y ante la mirada del ciudadano común, fueron innumerables las observaciones que hice y manifesté por escrito. 

Como ejemplo, basta mencionar que bajo el concepto de: “ viandas calientes” para el/los hospitales municipales, se consignaba un solo ítem (es decir no se consignaba la cantidad de viandas sino que bajo el ítem “cantidad” figuraba el número 1 por un total de $ 25 millones (repito que era el presupuesto para el año 2015, hace 8 años). Imposible saber cómo calcularon el monto sin saber cuántas viandas se irían a servir y mucho menos saber quién sería el proveedor. Más aun entendiendo que las viandas solo se sirven a aquellos pacientes que están internado y en condiciones de recibirlas. Y para abundar, seguramente no había camas en aquel entonces suficientes para justificar dicho presupuesto. Es decir, para gastar ese monto tendría que haber más camas de las que había y todas ocupadas los 365 días. 

Por otro lado, era el cuarto año que el presupuesto incluía la construcción de un hospital, del cual hasta ese momento solo se veían algunas columnas y varillas de hierro.

Pero, como mi espíritu y mi conciencia siempre me hacen meter los pies en el barro, y como tuve tiempo una vez terminado el análisis de “mi secretaría”, decidí hacer un paseo por los presupuestos de otras secretarías. Así por ejemplo, la misma “puerta placa de 0.7 x 2.05”, se presupuestaba por un monto que no recuerdo hoy en una secretaría y por el doble en otra. O bien una resma de papel A 4 valía para una secretaría 70 pesos y para otra 130 (los números son imprecisos, pero los porcentajes de diferencia son reales). Nada de pensar en una compra común al mejor precio. No, autonomía a cada secretaría para comprar cómo y a quién se le antojara (¿a que les huele eso?). 

Pero el colmo de todo fue cuando llegué a tres rubros cuyos presupuestos eran de los más importantes en el municipio, a saber: ASFALTO; COMBUSTIBLE y por defecto profesional SEGUROS. 

El presupuesto estimaba la compra de asfalto para realizar poco menos que una ruta entera o asfaltar todas las calles del municipio (cosa que obviamente era inviable). 

El costo de los seguros, sólo tomando la flota de vehículos de todo tipo con la que contaba el municipio en ese momento, podía reducirse no menos de 50% y así y todo daba para que fueran felices las compañías de seguros ( y de algún modo mantener feliz al encargado de contratarlos ). Como muestra, el rubro “traslados de emergencia” nos daba que con el monto presupuestado, cada ambulancia haría al menos 30 traslado diarios en base a los costos “reales” de cualquier prestador del mercado para este servicio. Algo también impracticable.

Y lo que más vergüenza me generó fue el rubro “COMBUSTIBLE”. Para entonces, la municipalidad contaba con aproximadamente 300 vehículos (incluyendo ambulancias, maquinaria vial, combis para traslado de personal y pacientes, y vehículos varios para funcionarios y empleados de distintas reparticiones). Bien, evaluando el costo promedio del combustible de entonces, dividido la cantidad de vehículos (muchos de los cuales estaban fuera de servicio, inutilizados), nos daba que cada vehículo debía recorrer 700 KM diarios…SI 700 Km por día. Una bestialidad, y sobre  la cual nadie había puesto el ojo (o si, claramente). Unos años después, una punta de ese ovillo salió a la luz.


Volviendo entonces a la película, el presupuesto 2015 del municipio de… era de $ 3500 millones. En octubre del 2015, el dólar costaba oficialmente $ 9.46, es decir cerca de 370 millones de dólares. Definitivamente existen gastos para recortar, reasignar y suprimir para siempre.

 Aquel que nos convocó a la tarea, finalmente ganó la elección. No repitió. Mantiene abiertas causas en la justicia .Aumentó tasas e  impuestos; el siguiente presupuesto fue de poco más de 6000 millones, nada cambió, la planta de empleados aumentó a 2022 (ya con otro intendente) hasta los 5.580. 

Y esto se replica en los 135 municipios de la Provincia de Buenos aires y en los 1298 municipios existentes en todo el país, cada uno con su presupuesto de gastos.

¿ Qué haría el simple ciudadano Kovic si tuviera que revisar – con el poder de modificarlos – los 1298 presupuestos municipales y los 24 distritos (23 provincias y C.A.B.A) y el de la nación?

 Seguramente el, como cualquiera  de nosotros se haría un festín tachando, corrigiendo, reasignando y suprimiendo cargos,  dependencias, empleados, gastos. Lamentablemente esta película, la de Argentina, mi país…  NO TIENE UN FINAL FELIZ

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