MODA: “Gusto, costumbre o uso, o conjunto de ellos, propios de un grupo, un período de tiempo o un lugar determinados” (RAE)
También: ”Conjunto de prendas de vestir, adornos y complementos que se basan en esos gustos, usos y costumbres, y que se usan durante un período de tiempo determinado”(RAE)
En el caso de la moda, existe un complemento que la gente utiliza, tanto hombres como mujeres, y también los niños, que sobrepasa el concepto propio de “moda”. Se trata del CINTURÓN.
Este accesorio, nace en el neolítico, período en el cual se usaba una correa de cuero para ceñir las pieles a la cintura.
Podemos ver en pinturas del Egipto antiguo, dibujos de mujeres con túnicas blancas y un cinturón, que en el caso de los hombres, los extremos de éste caían hasta el suelo.
En la antigua roma, quitarle el cinturón a un militar significaba la expulsión del ejército. Era un acto humillante y ofensivo.
En el boxeo y otras artes marciales, la carrera del púgil se orienta a obtener “el cinturón”, dando por hecho la importancia que tiene el accesorio para aquel que lo ostenta.
Para no abundar en la historia del cinturón, es sabido que el mismo, más allá de los usos y costumbres – la moda - siempre se usó con el fin de ceñir la ropa o evitar que se caigan los pantalones.
Ahora bien, con el devenir de la era del automóvil, se fue imponiendo una medida de seguridad que el tiempo ha demostrado que es sumamente importante para salvar vidas.
En sus comienzos los autos eran poco más que chapas con ruedas, cuya carrocería eran básicamente la cabeza y el cuerpo de los conductores (algo parecido a lo que actualmente se dice de las motos).
El tiempo, el estudio de accidentes y la tecnología, fueron llevando a que se incorporara el “cinturón de seguridad” en todos los vehículos de 4 o más ruedas. En Argentina se impuso como obligatorio recién en el año 1992.
El cinturón de seguridad realmente salva vidas y más. También evita lesiones gravísimas. Un reciente informe del OSV (Observatorio de Seguridad Vial) de Argentina, muestra que todavía el 22,8% de los conductores no lo utiliza. La cifra se eleva, cuando hablamos del acompañante delantero, a 50.3% y más alta aun en el caso de los acompañantes que viajan en el asiento trasero – 68.2%
En el link que dejo abajo, se muestra gráficamente la estadística.
(http://web.aacs.org.ar/uso-de-cinturon-de-seguridad/)
Los datos son sumamente preocupantes y requiere un accionar conjunto de estado y fuerzas civiles para lograr que la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad se cumpla en el 100% de los casos y para todos los ocupantes del vehículo. Es posible que requiera que las sanciones sean mucho más duras que las actuales.
Tal vez requiera que las multas se hagan en función de la capacidad contributiva del infractor, ya que muchas veces la desaprensión y el no uso por parte de aquellos con alto poder adquisitivo se da por que no ven como un obstáculo el monto a pagar, en tanto al tratarse de montos fijos, aquellos con menores ingresos se ven perjudicados notoriamente.
O tal vez requiera que el infractor deba incomodarse para liberarse de las multas (p.ej. que para pagar las multas deba trasladarse a otra ciudad si o si)
Estas modalidades desanimaría a todos a circular sin el cinturón colocado.
Decía aquel General que fuera tres veces presidente de Argentina: “La víscera más sensible del hombre es el bolsillo”
Para finalizar, una reflexión en función de lo que hablamos la principio. El cinturón se inventó para ceñir la ropa al cuerpo o para evitar que los pantalones se nos caigan. Todos lo usamos, no salimos a la calle sin el cinturón del pantalón bien ajustado. Curiosamente, parece que es mayor el temor al ridículo de que nos vean con los pantalones caídos, que el temor a sufrir lesiones gravísimas o incluso la muerte. Un cinturón – el de moda – no nos puede faltar. Y a aquel que nos puede salvar la vida, lo ignoramos. Rara forma de enfrentar el día a día. ¿Será que una vez más, lo frívolo le gana a lo racional?
En próximos artículos vamos a analizar tanto la importancia del ejemplo que debe partir de las autoridades a la importancia económica de los accidentes de tránsito.
GRB